Experiencia uno - La cosa (objeto amado)


 Este es Homero, mi objeto amado. Obviamente se llama así por ser un muñeco del personaje principal de Los Simpson, aunque tiene la cara tan diferente que nunca lo consideré mucho de esa forma, siempre fue mi Homero y punto. Lo vi en un puesto de la calle y me gustó tanto que se lo comenté a mi abuela, no con intención de que me lo regale, aunque creo que era muy esperable que eso pase. Faltaba poco para Navidad y ella me lo regaló (nótese que ya era lo suficientemente grande para haber dejado de creer en Papá Noel, así que también era grande como para recibir muñecos de peluche en Navidad). Desde que lo tengo lo llevé para todos lados por años: vacaciones familiares, viajes con el colegio, y hasta sospecho haber considerado llevarlo al viaje de egresados. El saco que tiene en la foto se lo hice arreglando el de otro juguete, y también le había hecho a mano una corbata, aunque no sabía coser.

Estuvo guardado durante un tiempo sin muchos cuidados, y cuando lo encontramos estuve a punto de sacarlo afuera para que se lo lleven (tiene manchas y roturas que hacen que no me parezca en estado apto para donar), pero no pude. Por más que haya dejado de darle los usos que le daba, es algo a lo que le sigo teniendo mucho afecto. Lo lavé y lo puse en un lugar más adecuado, para que no se siga ensuciando, y volvió a estar conmigo. Siempre me gustaron y me siguen gustando los juguetes en general, así que no me sorprende tener tanto cariño por un muñeco que me acompañó durante tantos años.

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